Sobre la Sierra

En la Sierra de las Estancias del sistema montañoso o Cordillera Penibética, frente a la Sierra de los Filabres, al norte de la provincia de Almería, está enclavada la Sierra de Somontín, que a lo largo de los cientos de años de historia y de existencia de nuestro pueblo, ha sido la principal fuente de riqueza de la que nos hemos beneficiado todos los somontineros, ya que de nuestra sierra emana la razón de ser de nuestro municipio, comenzando por la Fuente de San Sebastián, a la que entorno a la misma nos hemos ido agrupando y concentrando nuestras casas desde el inicio de la habitabilidad de nuestro término municipal y de la que nos hemos surtido del agua que necesitamos para subsistir nosotros mismos, nuestros animales y como no, nuestros campos, que se han beneficiado del sobrante de aguas de la fuente de Somontín, o de la gran cantidad de fuentes que desembocan en nuestras balsas, que también se nutren de las aguas que bajan de la sierra, para que reguemos y a cambio ofrecernos una enorme cantidad de productos agrícolas, desde todo tipo de frutas, verduras, cereales, etc., con las que hemos cubierto nuestras necesidades más primordiales de subsistencia.

Cerro de la Cruz desde la entrada a la mina el Pinato, vista general actualmente. (Foto del autor)
Cerro de la Cruz desde la entrada a la mina el Pinato, vista general actualmente. (Foto del autor)

La Sierra de Somontín ha sido siempre para los habitantes del pueblo, una fuente inagotable de recursos y de riqueza, que han servido para que miles de somontineros vivan en parte de ella, a lo largo de los años y encuentren los recursos naturales necesarios para sobrevivir en un ambiente natural muy duro y hostil.

Nuestra sierra ha sido una despensa de recursos naturales: tenemos una gran riqueza que comienza con la recaudación y reconducción del agua, la diversidad de la fauna animal: perdices, palomas, jabalís, conejos, liebres, zorros, tejones, garduñas, etc. y la variada vegetación que nos ha proporcionado un diverso arbolado y plantas de las que nos hemos aprovechado constantemente: pinos, chaparros, aliagas, retamas, cañas, tomillo, romero, espliego, rascavieja, abelfilla y sobre todo el esparto.

La sierra de Somontín, desde la fundación del núcleo poblacional tal como lo conocemos ahora, tras la expulsión de los moriscos que vivieron en nuestro término municipal antes que nosotros, hará ahora aproximadamente unos 750 años, con la repoblación de las tierras, ha fundamentado principalmente su riqueza y medios de vida de los habitantes de nuestro municipio en el agua que emana de la Fuente de San Sebastián a lo largo de toda la historia de todos estos años, lo que le ha permitido el cultivo de su huerta, que siempre ha sido regada por el agua que provenía de la parte alta del término municipal: LA SIERRA.

Fuente de San Sebastián de Somontín, que ha sido reformada y mejorada estéticamente, pero que ha mantenido la originalidad y la belleza de siempre. (Foto del autor)
Fuente de San Sebastián de Somontín, que ha sido reformada y mejorada estéticamente, pero que ha mantenido la originalidad y la belleza de siempre. (Foto del autor)

De nuestra sierra dependíamos casi totalmente para poder salir adelante a lo largo de los siglos, pero vamos a centrarnos en los finales del siglo XIX y principios del XX y años posteriores, en los que hay que situar el desarrollo de la presente narración, ya que esta es mi intención y mis recuerdos y fundamentos, están enraizados en este espacio de tiempo en el que me tocó afortunadamente vivir.

La Sierra de Somontín es y ha sido siempre un bien comunal, del que nos hemos aprovechado todos los hijos del pueblo, para poder usar y beneficiarnos de su riqueza; para ser hijo del pueblo había que haber nacido o estar ligado al pueblo por vínculos familiares: estar casado con alguien o tener hijos en el pueblo, o adquirir bienes y empadronarse, en caso de venir de fuera.