
En la Iglesia Parroquial de Santa María de Somontín se puede encontrar la imagen más venerada del municipio. Se trata de la Virgen de los Dolores, imagen popularmente atribuida a la escuela de Salzillo, escultor murciano.
Se trata de una imagen de vestir, con cabeza manos y peana, dotada de ojos de cristal y peluca y pestañas postizas para realzar el naturalismo barroco de la obra. Posee la cabeza ligeramente ladeada hacia el lado derecho, y una mirada compungida hacia delante y ligeramente hacia arriba con las manos extendidas que se recogen ante el pecho.
Es bastante probable que la imagen fuese realizada por el escultor murciano Roque López, discípulo y heredero artístico de Salzillo.
En su lista de trabajos aparece en el año 1788 una escultura para Almería con las características de esta imagen, por la que se pagó 550 reales de vellón.
Durante la Guerra Civil Española las tallas de la iglesia parroquial fueron quemadas, pero esta se salvó gracias al ingenio de la familia de los “Cachelas”, que la escondieron en su casa, dentro de una cama como si se tratase de su hija enferma, y posteriormente dentro de una mina de talco, en la Sierra.
Roque López, escultor de la Virgen de los Dolores
Roque López (Santomera 1747-Murcia 1811) fue el principal discípulo del escultor barroco Francisco Salzillo, quien encontraría en las magníficas tallas de Roque unas dignas sucesoras de las suyas.
La producción artística de Roque López se caracteriza por la cantidad y la calidad de sus piezas, elaborando las obras con una técnica en la que se concitan la pasión y el sentimiento como manifestaciones de la profunda vida interior por la que se caracterizaban sus personajes.
Tras una vida marcada por la influencia de su maestro y por la trágica pérdida de su mujer, Roque López siguió tallando hasta el mismo día de su muerte, realizando durante su vida cerca de 500 esculturas para satisfacer encargos provenientes de toda España.
Roque López entró muy joven a trabajar en el taller del genial escultor murciano Francisco Salzillo. Cinco meses después de haberlo contratado, Salzillo ya habla en su testamento de Roque López como oficial, legándole sus propias herramientas de trabajo.
Con Francisco Salzillo aprendería Roque López las claves de las esculturas barrocas, los conocimientos bíblicos necesarios para representar las imágenes religiosas, así como las obras y los artistas más importantes de la historia del Arte. Tanto aprendería de su maestro, que en algunas de las obras comenzadas por Salzillo y concluidas por Roque López a la muerte de éste, no se puede apreciar el cambio de mano en la talla.
Se trata del más inspirado continuador del arte barroco y algunos especialistas incluso han llegado a decir que en ciertas obras llegó a superar esculturas de su maestro.
La principal diferencia entre la imaginería de ambos autores estriba en que la obra de Roque López concede mayor importancia al fondo que a la forma. Sus esculturas serían más introspectivas, plasmando los sentimientos que animan los personajes representados.
Tal fue la fama de Roque, que recibiría encargos prácticamente de todos los municipios de la Región.
Desde el año en el que murió Francisco Salzillo, hasta el año de su propia muerte, Roque López realizaría cerca de medio millar de esculturas.
Era una persona meticulosa que anotaba en un cuaderno todas las esculturas que realizaba, indicando su tamaño, descripción, lugar para el que fue realizada y su precio en reales de vellón. Este cuaderno tenía por título “Memoria de las hechuras que he fabricado en el año 1783”, aunque abarcaba sus obras desde 1783 hasta 1811.
Entre las 470 escultura registradas en el mencionado cuaderno, aparece inscrita en 1788 una Virgen de los Dolores – cabeza, manos, pies y peana – para Almería por 550 reales de vellón, que con bastante probabilidad corresponde con la Virgen de los Dolores de la Iglesia de Somontín.