
Hemos publicado en el apartado de Historia dos interesantes documentos escritos por Baldomero Oliver Navarro, el «Rulo», que nos ha enviado su hijo Baldo.
El primero de ellos ya estuvo publicado, aunque en uno de los cambios de servidor se nos traspapeló. Se trata de La Sierra de Somontín que nos muestra, en primera persona, lo que la Sierra ha significado para muchas generaciones de somontineros. Es un relato imprescindible para todos, especialmente para los que ya encontramos un Somontín que no vivía del jaboncillo con una vida algo más fácil.
El segundo de los relatos es Arrieros, estraperlistas y bandoleros en nuestra sierra. Aquí vamos a encontrar muchas de las historias que contaban nuestros abuelos y que Baldomero cuenta de una forma sencilla y clara, pero con la dureza que algunos de estos acontecimientos supusieron: la quema de los santos en la guerra civil, los bandoleros que corrían por los cortijos del pueblo, la durísima vida de los arrieros, la muerte de algunos paisanos de forma trágica,… Los detalles demuestran que el autor ha sido parte de estas historias, lo cual nos permite conocer de primera mano lo que ocurrió en buena parte del siglo XX.
Muchas gracias a Baldomero y a su hijo por recopilar estos trozos de historia que, de esta forma, pasarán a ser historia de todos.
Mi más sincera enhorabuena
Teo
Vie, 04/11/2011 – 23:49
Mi más sincera enhorabuena a Baldomero y a su hijo por la publicación de estas crónicas del Somontín de ayer. Algunas de estas historias me las había contado mi abuelo Teodosio. Ya me hubiera a mi gustado haber trascrito todo lo que él me contaba. Es muy necesario hacer estos ejercicios de memoria para dejar a las siguientes generaciones esos datos, esas historias, oficios, sucesos y personajes, porque esa es nuestra historia.
Reitero mis felicitaciones, y ahora, ya no se puede parar, hay que seguir contando.
Un abrazo.
Teodosio Oliver Pallarés
Amigos somontineros
lasierra
Jue, 24/11/2011 – 20:14
Amigos somontineros :
Es la primera vez que escribo en este foro y hoy me he decidido para expresar mi más enérgica protesta en relación al artículo publicado por Baldomero; referente a la quema de los santos, yo le puedo decir que según me explicó mi padre Diego Pérez Lorente(Cachelas)mi abuelo Ramón fué el que se llevó a la virgen de los Dolores para salvarla de la hoguera.
No quiero entrar en polémicas y no deberíamos de rememorar la historia puesto que estamos hablando de personas con nombres y apellidos. En los otros temas que ha expuesto Baldomero mi más absoluto respeto, puesto que narra anecdotas de los arrieros del jaboncillo y otros temas.
Un abrazo a todos
Diego Pérez Oliver
Hola Diego! Pues tienes razón
Baldomero Olive…
Mié, 30/11/2011 – 03:51
Hola Diego!
Pues tienes razón, he consultado con mi padre lo que dices en tu correo y es así, quien salvó de la quema a la Virgen de los Dolores fue tu abuelo Ramón, es un error de transcripción mío, además me ha comentado que tu abuelo era y fue un gran devoto de la Virgen de los Dolores durante toda su vida.
Disculpa el que en el artículo no lo recoja así, pero tomo nota y haremos la corrección.
Un abrazo,
Baldomero Oliver (hijo)
Buenas noches
Manuel Pasamont…
Sáb, 03/12/2011 – 23:55
Buenas noches. Será conveniente que todo lo referente a Manuel Pasamontes Casas pueda probarlo. Gracias a su artículo he conocido algunas nuevas cosas sobre mi difunto abuelo, » ..y según dijeron, como tenía mucho miedo por todo lo que había hecho» murió al intentar escaparse de una cárcel en Barcelona. Gracias
No murió en Barcelona
Ruego que rectifique su artículo en lo referente a mi difunto abuelo y que no pueda probar.
Caso contrario ejerceré las acciones legales oportunas.
Gracias
Manuel Pasamontes Hernández
DNI 27216617G
Nieto de Manuel Pasamontes Casas
Hola Manuel, Lamento que el artículo de Baldomero no haya sido de su agrado.
Somontinero
Dom, 04/12/2011 – 19:11
Hola Manuel,
Lamento que el artículo de Baldomero no haya sido de su agrado.
Dice el autor en su introducción:
Por otro lado, quiero disculparme anticipadamente, por si alguno de los relatos que hay en el contenido de este breve anecdotario, puede molestar a alguien y muy especialmente a los descendientes de las personas mencionadas, ya que posiblemente su visión, o el conocimiento que puedan tener ellos de sus allegados no sea coincidente con el mío.
Entiendo que una época tan dura y desagradable como fue la Guerra Civil llevó a mucha gente a cometer errores que afectaron a otras personas. Por mucho que no nos guste, este tipo de cosas ocurrieron.
En cuanto a las pruebas que reclama, es Baldomero, el autor del artículo, la más fehaciente ya que vivió en primera persona aquella época entre los 15 y los 18 años.
Le propongo que nos explique lo que conozca de la historia de su abuelo que, con mucho gusto, publicaremos en esta web.
Saludos,
Ramón Navío
Me decido a escribir en este foro de Somontín
Manuel Pasamont…
Dom, 04/12/2011 – 23:48
Me decido a escribir en este foro de Somontín, el pueblo donde nació mi padre Manuel Pasamontes Pallarés, a causa de la indignación que me produce el escrito, psuedo oficial, a nombre de Baldomero Oliver Navarro, “el Rulo” en el que se mancilla y ridiculiza la figura y el nombre de mis abuelos Manuel Pasamontes Casas y Dolores Pallarés Oliver, al grado
casi del esperpento. Me sorprende el empeño de este señor y su fijación hacia mi abuelo lo cual me lleva a preguntarme ¿Cual es la razón de ello? ¿Tiene este señor algo que ocultar o de que avergonzarse?
El muestra la figura de mi abuelo como la de un “espabilado”, un cobarde, alguien que “aquí hizo de todo lo malo que se puede hacer”. He de decir que aunque no resido en Almería, lo hago en Girona, he tenido ocasión de visitar Almería y por supuesto Somontín y hay vecinos que tienen una visión bien diferente de la que muestra en el escrito ¿Es falso que mi abuelo trajo al médico y al maestro al pueblo? Es curioso, habla en su escrito del requisamiento a que fueron sometidos, lo cual entiendo que los causara indignación, pero como el mismo escribe “y luego lo repartían para el racionamiento, a cada vecino del pueblo con familia, se les hizo una cartilla en la que figuraban los miembros que tenía cada familia y con arreglo a lo que habían requisado o intervenido y al número de miembros de cada familia hacían el reparto” ¿Ningún vecino en situación precaria pudo comer gracias a esta injusticia? Pero está claro su indignación reside en “te extendían un vale que decía que el “Comité pagará lo requisado”, apuntando a continuación lo que se llevaban, pero como los rojos perdieron la guerra, aun hoy es hora de cobrar. Y ahí es donde llegamos, ciertamente parece ser que mi abuelo murió como relata pero no en Barcelona sino en Almería intentando escapar al parecer, por la carta que dejó, para cumplir con la amenaza que dirigió a los que robaron lo que era suyo. Algunos en Somontín estaban bien asustados, curioso cuando proceden de un cojo cobarde ¿Era este señor uno de ellos? Resulta paradójico que alguien dedicado a la especulación ilegal nos de lecciones de justicia.
Manuel Pasamontes Antas DNI 78022520
Hola Manuel, Como le decía a su primo, lamento que el artículo no haya sido de su agrado.
Somontinero
Lun, 05/12/2011 – 02:22
Hola Manuel,
Como le decía a su primo, lamento que el artículo no haya sido de su agrado.
Por los comentarios que hace, está claro que no conoce al autor del mismo y me temo que no ha entendido el espíritu de este relato que muestra la realidad de una época en la que el estraperlo no era «especulación ilegal» sino una forma de supervivencia, todos tenían motes que llevaban casi con más orgullo que su propio nombre, se cantaban coplas sobre la gente, se hicieron muchas barbaridades y hubo poca justicia.
De la misma forma que le proponía a su primo, como parte de la historia de Somontín que es, escriban la historia de su abuelo y la publicaremos encantados.
Saludos cordiales,
Ramón Navío
A, y por cierto, «Pasamontes» no es un mote, es nuestro apellido.
Manuel Pasamont…
Dom, 04/12/2011 – 23:57
A, y por cierto, «Pasamontes» no es un mote, es nuestro apellido.
Manuel Pasamontes Antas
Estimado señor. Ante todo agradecerle su contestación
Manuel Pasamont…
Lun, 05/12/2011 – 21:43
Estimado señor. Ante todo agradecerle su contestación y mostrarle mis respeto por defender a su convecino, sea o no familiar suyo, lo cual le honra. Evidentemente no conozco personalmente a autor de los artículos, como desgraciadamente tampoco conocí a mi abuelo, pero ustedes tampoco conocieron a mi padre, un hombre cabal, humilde, sencillo, con sus defectos y virtudes, mas ante todo, honrado y honesto, que, a pesar de no ser creyente, manifestó siempre un compromiso altruista hacia los demás, que se enorgulleció toda su vida de ser Somontinero. Mire, el que uno pida disculpas por anticipado no nos exime de la responsabilidad de nuestros actos, es mas, es en estas situaciones como mostramos nuestra madurez al manejar asuntos en los que atañe a nuestra propia libertad y el respeto y consideración hacia los demás. Entrar a relatar ahora una historia (me resultaría sencillo adornarla con historias inventadas) donde persiguiera en ellas desprestigiar el nombre del señor Baldomero no entra en mi cabeza, es mas, me considero lo suficiente persona para que, en el caso en que él se pudiese sentir ofendido por algo que he expresado, pedirle disculpas, es mas, si en la próxima ocasión en que tenga oportunidad de volver a visitar Somontin, el de hacerlo personalmente, eso fue lo que mi padre me enseñó. Pero lo cortés no quita lo valiente. Cuando explicamos una historia desde nuestro punto de vista, este evidentemente esta ha de ser parcial, mas es no lo que expresa el señor Baldomero cuando manifiesta procurar un punto de vista imparcial, en tal caso la omisión se transforma en la peor de las mentiras. Tal vez el señor Baldomero no lo sepa, pero, por ejemplo, a mi padre (no estoy seguro pero entre 2 y 4 años) y a mi tío los sacaron a punta de pistola en plena noche, los encañonaron en la cabeza, y tal fue el golpe que recibió mi tío que perdió el sentido de un oído de por vida. Tal vez el señor Baldomero no lo sepa, pero mi padre y mis tíos también sufrieron y conservaron sus cicatrices de alma hasta la tumba. Mi padre, años atrás, tuvo ocasión de revolver el pasado y ajustar cuentas legalmente con ciertos hechos que ocurrieron en esas funestas fechas, (como se dice se lo ofrecieron en bandeja de plata) mas siempre optó por enterrar el pasado, olvidar y perdonar, mas puedo asegurarle que si en el día de hoy estuviera vivo no se hubiera quedado indiferente ante la forma de expresarse acerca de sus padres. Señor Baldomero, es cierto, somos rojos, pero puedo asegurarle que no tenemos un rabo, cual demonio, como la imagen que que en su momento se quiso adjudicar. Entiendo señor Baldomero que tiene ideas mas de derechas, pero le puedo aseverar que queremos a nuestras familias tal como usted ama a los suyos, y que de misma forma queremos ser tratados, también nosotros tenemos derecho a la honra. Cuando utiliza Pasamontes entrecomillado entiendo perfectamente que un mote no es un insulto, pero si manifiesta el desconocimiento acerca de la persona de la cual habla, lo cual me induce a poner en tela de juicio sus afirmaciones, como en el caso de decir «hizo tanto mal como pudo», eso señor Baldomero es tirar la piedra y esconder la mano ¿A que hechos se refiere? ¿Tan diabólico era mi abuelo que únicamente perseguía hacer el mal?
Solo decirle, señor Baldomero, que entiendo que es usted un hombre de edad avanzada y que ya lo tocó sufrir su propio infierno por la época que le tocó vivir, pero señor Baldomero, tenga presente que la memoria de nuestros fallecidos es lo único que nos queda, solo le pido un poco de respeto. Gracias
Manuel Pasamontes
Hola Manuel, Gracias por la respuesta.
Somontinero
Lun, 05/12/2011 – 21:51
Hola Manuel,
Gracias por la respuesta.
Quiero insistir en que en este artículo no se juzga a su familia, ni siquiera la vida de su abuelo, sino que simplemente se relatan los hechos que ocurrieron en una época determinada llena de errores. No pueden ofenderse porque alguien que lo vivió diga que su abuelo hizo mal encarcelando a muchas personas del pueblo, con delitos tan graves como ser el padre del cura, por ejemplo. Ni porque diga que fue una persona espabilada que consiguió alejarse del frente de batalla, algo que hacía todo el que podía. Ni porque escriba la coplilla que se cantaba hace 75 años en el pueblo, sin duda ridiculizando a sus abuelos y seguro que a sus espaldas.
Tampoco creo que descalificar al autor porque no le gusta lo que cuenta sea lo más adecuado. No me cabe ninguna duda que Baldomero no tiene ningún sentimiento negativo contra ninguno de los que aparecen en esta historia. Sin embargo, siendo como fue testigo directo de algunas cosas e indirecto del resto, lo que cuenta tiene un gran valor como crónica de la época. Usted mismo dice que su padre tenía 3 o 4 años en aquella época por lo que no pudo contarle lo que recordaba de su abuelo. Baldomero sí se acuerda.
Comentarle para acabar que tras finalizar la guerra la gran mayoría de los dirigentes republicanos de Somontín, después de ser juzgados y de pasar algún tiempo en la cárcel (no todos fueron y, afortunadamente, los que fueron encarcelados fue por poco tiempo) volvieron a vivir en el pueblo sin que nadie les estuviese esperando y aunque las amistades rotas seguro que no se acabaron de rehacer, no he oído hablar nunca de revanchas. Sí recuerdo a muchos de ellos ir muriendo de viejos como personas respetadas en Somontín. Posiblemente su abuelo podría haber sido uno de ellos si no hubiese sufrido ese accidente en su huida de la cárcel.
Saludos cordiales,
Ramón Navío
Sr. Navio, sólo reiterar que caso de no corregir
Manuel Pasamont…
Mar, 06/12/2011 – 00:43
Sr. Navio, sólo reiterar que caso de no corregir,por quien corresponda, en forma legal, lo escrito en todo lo referente a mi abuelo y que no pueda ser probado judicialmente, anuncio en este momento mi intención de solicitar el amparo judicial que corresponda.
Manuel Pasamontes Hernandez
DNI 27216617G
Sr. Pasamontes, En el título XI del Código Penal
Somontinero
Mar, 06/12/2011 – 10:44
Sr. Pasamontes,
En el título XI del Código Penal, Delitos contra el honor, se indica dentro de sus Capítulos I y II, lo siguiente:
Artículo 205
Es calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.
Artículo 208
Es injuria la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación.
Solamente serán constitutivas de delito las injurias que, por su naturaleza, efectos y circunstancias, sean tenidas en el concepto público por graves.
Las injurias que consistan en la imputación de hechos no se considerarán graves, salvo cuando se hayan llevado a cabo con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.
Le ruego nos indique en qué puntos el escrito incurre en alguno de estos delitos. Estaremos encantados de pedir al autor que los corrija, aunque, a priori, no somos capaces de ver ningún punto que pueda verse afectado.
Saludos cordiales,
Ramón Navío
Buenos días Sr. Navío. Agradezco sus buenas intenciones
Manuel Pasamont…
Mié, 07/12/2011 – 13:01
Buenos días Sr. Navío.
Agradezco sus buenas intenciones, así como las referencias al código penal, aunque, a pesar de mi ignorancia sobre la mayoría del Derecho, a pesar de restarme asignaturas para finalizar la licenciatura, creo que existen otras áreas del Derecho amén de la penal.
No es de recibo achacar o imputar a una persona fallecida y que no puede defenderse actos como los de cobardía, por ejemplo. Realmente «El campesino» confiaba mucho en mi difunto abuelo para que éste «se alejara» del frente con toda la compañía; en tiempo de guerra?
Cobarde es el intentar huir de la muerte? Son cobardes aquellos, que el relator cuenta huyeron del frente de batalla o son valientes?
No hemos querido entrar en estas polémicas repito.
Sr. Navío, es la última vez que escribo aquí, y le agradezco la oportunidad que me ha dado en hacerlo y reitero mi petición de subsanar en el escrito «todo aquello que afecte a mi difunto abuelo y que en Derecho no pueda ser probado».
Sintiéndolo mucho, caso contrario ejerceré las ya anunciadas acciones legales que puedan corresponderme contra el relator y toda aquella persona que sea responsable de esa publicación y no rectificación.
Cordialmente
Manuel Pasamontes Hernández
D.N.I. 27.216,617.G
Para Baldomero, el cronista de Somontín.
Manuel Pasamont…
Vie, 09/12/2011 – 02:56
Para Baldomero, el cronista de Somontín.
Dado que en señor Baldomero no tiene a bien expresarse acerca de su escrito, lo haré yo.
Se podría apelar al sentido de la justicia del señor Baldomero tal com “La memoria es un residuo inextinguible de la dignidad humana, que perdura mientras sea lesionada, vilipendiada o injuriada. Como principio constitucional, la dignidad sostiene todos los derechos fundamentales y libertades públicas, incluso más allá de la muerte.” Pero está claro que el sentido de la justicia del señor Baldomero obedece a otro tipo de cánones propios del fascismo mas rancio, donde un “rojo” no tiene derecho ni a su dignidad. Se podría apelar al sentido cristiano que dice poseer, mas para ser un católico devoto parece ignorar las normas que su propio dios impone “pero quienquiera que se dirija a su hermano con una palabra execrable de desdén será responsable al Tribunal Supremo
Pero claro, a imagen y semejanza de sus ideólogos, esa pretendida religiosidad no es mas que un tenue barniz que intenta maquillar su vision farisaica de la vida.
La intención del señor Baldomero, en lo que a mis abuelos se refiere, parece ser el de perpetuar la grotesca imagen que, desde el abyecto gobierno antiespañol franquista se esforzó por difundir, un estereotipo donde un “rojo” es un ser con poca cultura, bárbaro y cruel, que con pistola en mano sería fácilmente ascendido en los mas altos cargos políticos, públicos y militares, pero con una esencia absolutamente cobarde. Y esa es, ni mas ni menos, la caricatura que el señor Baldomero hace de mis abuelos.
“Rebeldes”
El título es ya en sí mismo toda una declaración de intenciones. Los rebeldes, señor Baldomero, rebeldes fueron los que levantaron contra el legítimo gobierno elegido por el pueblo español, esto lo identifica plenamente con su forma de actuar.
Por ello, siguiendo ese esquema dice el señor Baldomero, “como era un poco espabilado se fue al frente y a los cuatro días lo hicieron capitán”. Cualquier persona que, sin tener ningún conocimiento previo, lea esto le llevará fácilmente a concluir que mi abuelo era poco mas que un ignorante, y de la noche a la mañana se convirtió en capitán sin mérito alguno. Claro, esta visión obedece quizás a alguna “laguna mental” , pero como ya mencioné, las medias verdades son la peor mentira, ya que omite descaradamente algo que cualquier persona que lo hubiese medianamente conocido sabría, esto es, que el señor Manuel Pasamontes Casas era militar de carrera y salió de la escuela militar con el grado de alférez, lo cual, dada una situación bélica ¿Sería tan extraño que fuese ascendido a capitán? Al perecer al meritorio señor Baldomero, si, aunque debe ser el único.
El señor Baldomero sigue con su estrategia, “el tío era verdaderamente listo, le pidió permiso a su comandante, que era “El Campesino” y le propuso una maniobra para irse con su compañía por la retaguardia y dirigirlos después al frente, el comandante creyó en él y se lo autorizó, “Pasamontes” se tira para atrás, más que otra cosa, huyendo de ir al frente y empieza su estrategia, desde Pinos Puentes, que está a unos pocos kilómetros de Granada, donde estaba establecido el frente, levantó su compañía y vino a aterrizar a Somontín”. Estas palabras son un insulto a la inteligencia de cualquier persona. Dice que, además de traidores y cobardes, estas personas ,vulnerando el código militar, desertan del frente, castigado con la pena de muerte, y se instalan tranquilamente en Somontín sin ningún tipo de consecuencia, cuando lo lógico en caso de desertar hubiera sido intentar desaparecer, como tantos otros, en los montes, por ejemplo. Pero claro, quizás por otra “laguna”, olvida mencionar que la razón por la cual regresaron a Somontín es la de expulsar a las hordas fascista que habían tomado el pueblo, echándolos de nuevo a los montes. ¡Como cambia el cuento!
Continúa diciendo “Aquí hizo de todo lo malo que se puede hacer”. Esto es nada mas que un “copy paste” de las acusaciones que aparecen en el libelo propagandístico que son las Causas Generales y tal como allí, omite decir cuales son ese cúmulo de maldades, pero que deja bien clara cual es su postura, pues cuando cita “Todos los de la familia “Pallares” estaban más o menos, más bien más que menos, en el bando rojo” Además de tener un lio tremendo acerca de la familia Pallarés Oliver en verdad muestra que no se ha tomado la molestia de la mas mínima comprobación, ya que si así lo hubiese hecho hubiese encontrado en este mismo foro a una chica Argentina pidiendo información acerca de su abuelo, Vicente Pallarés Oliver que emigró a la Argentina, pero resulta sorprendente el que omitiera mencionar a Juan Pallarés Oliver, que también aparece en las citadas Causas Generales, era el alcalde elegido democráticamente, (vaya “otra laguna quizás”), pero está claro que los valores como libertad y democracia son cosa despreciable para el señor Baldomero ya que estos son mas propios de los abominables “rojos”.
Menciona el señor Baldomero ” su mujer, que vivía en la casa de Pedro Castellón” ¿Vivía de alquiler o de la caridad? Vamos hombre, mis abuelos poseían una casa en el centro del pueblo así como unos terrenos a la entrada de este, propiedades que les fueron robadas. De hecho, cuando años mas tarde mi abuela residía en la localidad de Sallent, cerca de Barcelona, estos que llevaron a cabo la expoliación, se pusieron en contacto con ella por carta con la intención de legalizar los bienes a cambio de una ridícula compensación, a lo cual mi abuela se negó. Pero mire, está bien rememorar el pasado, ya que en virtud de la ley de Memoria Histórica estos hechos no prescriben, y aunque puede ser largo y azaroso y hasta infructuoso, dado que Manuel y Dolores tienen hijos y nietos con vida, existe la posibilidad de escarbar aún mas en el tema.
Y el remate es el colmo del disparate, ya no es laguna es un mar. Dice, “A “Pasamontes” no le quedó más remedio que ir al frente de Cataluña, donde al final calló prisionero, lo metieron en la cárcel y según dijeron, como tenía mucho miedo por todo lo que había hecho, intentó escaparse con otros 4 prisioneros más a través de las tuberías de las aguas sucias de Barcelona, uno de ellos era también del pueblo: Pepe Pallarés, que estaba casado María Fernández, no pudieron conseguir su objetivo, ya que murieron todos asfixiados por la emanación del gas metano de las alcantarillas.”
En estas afirmaciones es que no da pié con bola. Además de lo que ya ha deshonrado la memoria de Manuel con la caricaturización fascista que de el hace, ahora quiere plasmarlo cual Judas, lleno de remordimientos de extrema cobardía. Pero parece que esto ya es un océano en la memoria. Mi abuelo efectivamente, detenido, juzgado y sentenciado a muerte, fue encarcelado en Almeria en “El Ingenio”. Es en esta situación cuando es victima del expolio y amenaza con colgar al ladrón “en el olivo gordo”. De allí lo dan por fugado lo que crea una tormenta en Somontín. Consecuencia de ello es la tortura y vejaciones hacia su esposa e hijos, con la muerte de su hijo menor Eloy que apenas tenía meses de vida. Esto por un lado, por el otro, el temor que algunos abrigan de que se encuentre por los montes y aparezca por el pueblo en busca de venganza. Y esto duró mucho, mucho tiempo. Solo muchos años mas tarde, a consecuencia de unas obras en el “El Ingenio”, se encuentran unos cuerpos, que por las características se cree que puedan ser los dados por fugados. Como siempre, con el ánimo de restaurar las cosas y establecer una paz, el magnífico gobierno franquista nos niega hasta el conocimiento de donde arrojan sus huesos.
Pero como toda buena obra xenófoba tiene que tener su punto gracioso. De todas las vivencias ¿Cual escoge? Hacerse eco y participe de la burla y el escarnio hacia de los que padecen alguna deficiencia física, todo muy meritorio. Vamos que cuando se encuentra con un disminuido psíquico ¿Qué hace?¿Se muere de la risa? Realmente edificante. Todo un ejemplo de honor.
En resumen, ha contado usted una cantidad de falsedades y medias verdades con el único propósito vejar, menospreciar y pisotear el nombre de mi abuelo, en la mas absoluta cobardía, porque si mi abuelo hubiese vivido se seguro que jamás, jamás, jamás de los jamases hubiese usted dispuesto del valor necesario para decirle a la cara ni la cuarta parte de lo que insinúa acerca de el.
DON MANUEL PASAMONTES CASAS ES NUESTRO ORGULLO, UN HOMBRE DE HONOR.
Y a usted, señor Baldomero solo decirle que como sé que no voy errado aún tendrá suerte, porque si de verdad existe el dios en el que usted dice creer….pues vaya comprándose un abanico.
Manuel Pasamontes Antas.
tnakim@gmail.com
MENUDO CRONISTA….
juan pasamontes…
Vie, 09/12/2011 – 21:28
MENUDO CRONISTA….
cuanta razon tienes manuel… no hay nada peor que las » MEDIO VERDADES » partidistas que abundan en sus relatos. sus historias sus verdades! quedeselas para sus nietos señor «RULO» que seguro que tiene mucho que callar…
Señor Navio y somontineros
Pamela Smart-Smith
Sáb, 10/12/2011 – 01:56
Señor Navio y somontineros,
Hemos seguido esta página de web durante muchos años y hasta hora ha sido un placer ver de distancia el pueblo de mi familia. Un pueblo que nos trató bien cuando lo hemos visitado.
Pero hoy simplemente les escribo para apoyar los palabras y de mis primos. Soy hija de Florentina Pasamontes Pallares. Ella es hija de Manuel Pasamontes Casas y de Dolores Pallares Oliver. Ella, como los padres de mis primos, y los “rojos” Pallares también vivieron “en primera persona aquella época.” Por desgracia solo nos queda mi madre y su prima Florentina, pero sus memorias y sus historias tienen el mismo valor que los de Señor Baldomero.
Al leer el artículo de una parte reconocemos que está bien recordar y preservar la historia, pero la pregunta es ¿la historia de quién? La historia que está escrita en estas páginas es una historia llena de falsas memorias y prejuicios no solo sobre mis abuelos sino también de sus familiares. Es la historia oral y una historia falible contada a través de una perspectiva muy distinta a la nuestra. Pero el señor tiene sus interpretaciones, memorias y derecho a contarlos. El señor dice que “trataré en todo momento de ser objetivo, respetuoso y cariñoso con todos” pero no veo casi nada de esa supuesta objetividad, respecto, ni cariño.
Está bien que el pida disculpas, pero mi madre pide el derecho de contar el otro lado de esta historia. Quizás entre los dos historias e interpretaciones saldrá un poco más de verdad y no tantas falsedades.
Pamela Smart-Smith y Florentina Pasamontes Pallares Smart
Virginia, Estados Unidos
Hola Pamela, La historia que relata Baldomero es la que vivió é
Somontinero
Sáb, 10/12/2011 – 02:41
Hola Pamela,
La historia que relata Baldomero es la que vivió él y una buena parte de los somontineros durante la etapa que trata en su artículo. Igual que cuenta la historia de los arrieros, también cuenta la de los que sufrieron la represión por parte de quienes disponían del poder en Somontín durante la Guerra Civil. Evidentemente, quien no fue arriero o quien no perteneció a los que sufrieron esa represión, no se identificará con estas historias. Sinceramente creo que ambas son igual de objetivas.
En cuanto a las falsedades que usted comenta, preferiría que indicase las que son, pues así el autor podrá rectificarlas. Sus primos también han aludido repetidamente a esas falsedades, pero sólo ha sido posible aclarar que el lugar de la muerte de su tio fue Almería en lugar de Barcelona en las mismas desgraciadas circunstancias.
Estoy de acuerdo con usted que se trata de una parte de la historia y por eso la que nos aporte su madre servirá para añadir una pieza más a este puzzle. Estaremos encantados de publicarla.
Sólo le pido que sea una historia en la que se expliquen hechos, no en la que se juzgue ni se opine sobre nadie. Los hechos son los que, agraden o no, sitúan a cada uno en su sitio.
Sinceramente le agradezco el tono de su mensaje que permite establecer un diálogo entre personas civilizadas.
Saludos cordiales,
Ramón Navío