Durante 40 años, Teo ha participado tocando la Aurora por las calles de Somontín cada 15 de agosto y cada 7 de octubre. Él y Padilla nunca han faltado, hasta el último año que la enfermedad lo impidió. Entonces nos envió a otro Teo, su hijo, que fue un sustituto formidable.
Esta constancia, ese amor por su pueblo, esa ilusión, esas ganas de no faltar a su compromiso, es uno los los muchos testimonios de vida que nos ha dejado Teo.
Amigo Teo, te echaremos mucho de menos, pero te aseguro que, a partir de ahora, estarás más presente que nunca.
Nos vemos en la Aurora.
